Por eso, Giacomo

-Pero, aita, este año yo quiero ir a jaias de Mundaka, ¡van a ir todos!

-He dicho que no, e no voy a repetirlo. Escucha, nosotros no somos come tutti, te lo he dicho muchas veces. Si hemos llegado a ser algo es porque trajimos aquí cosas diversi ¡E no me pongas cara de que ya los sabes!. Mira, te recuerdo otra vez antes de que llegara la famiglia a este pueblo las anchoas eran solo cebo de pesca. ¡Las anchoas, mamma mia! E nosotros trajimos la técnica de los salatori; no la técnica no: ¡el arte de los salatori di Porticello!. Antes de eso, lo único que tutti sabían era conservare las anchoas con piel y con espinas, ¡sólo le quitaban la testa!

Y luego nosotros fuimos los que les enseñamos cómo hacer los filetti. Al principio, los cubríamos de mantecca para conservarlos en la lata, e les poníamos alcaparras para atenuar el sapore. Pero era tan cara la mantecca que empezamos a usar il olio. Si fuéramos como tutti no hubiéramos quitado la piel y las espinas a las anchoas, ni habríamos pasado de los toneles a las conservas di hojalata… ¡este pueblo no sería el mismo!

Entonces, mientras Giacomo se aburre con la enésima repetición de la historia, su padre piensa en los veranos en que está de nuevo en Porticello, y en todas las veces que él realiza con placer el delicado proceso de desprender a su primer amor de verano de su ropa y sus prejuicios. Cómo tras los primeros forcejeos incruentos ella siempre acaba cediendo y queda lista para él, sedosa y deliciosa, como un bocado que tiene el sabor de la comida olvidada de la infancia.

Si fuéramos come tutti¸ nunca habríamos prosperado; si nos hubiéramos quedado quietos, si no fuéramos diferentes todavía estaríamos mangiando il pane di una mano straniera.

Come tutti…, ¡eso nunca mio flglio!

Bermeo

Bermeo

-Sí, aita, eso ya me has contado muchas veces, pero es que también va Maite, y …

-Maite, Maite ¡Maite!… Ma non fare l’idiota, Giacomo! Tú no sabes niente, ¿qué sabes tú de Maites, ni de Andreas, ni de nada?, ¿qué sabes tú de dejar tu casa por una donna?. Eres tan joven aún… ¿Quieres perder la cabeza como el nonno?, ¿perderla como un pesce in salatura antes de ser metido en la latta?

 Figlio, estas mujeres no son para nosotros. Piensa en cuántas nos han abandonado. El nonno puso el nombre de la suya a la fábrica, “Dolores” y no podía haber mejor nombre para aquella donna: dolor para hacerle dejar su tierra, dolor para vivir como un esclavo, laborando dall’alba toda la vita¸ dolor para verla partir con un soldado della Reppublica que vino a la guerra…

E io mismo? Ricorda la tua mama, Giacomo. ¿Cuánto nos duró en casa?. Menos que una conserva mal cerrada. Naciste tú, buscó lavoro en las oficinas de Bilbao y cada vez venía menos a casa, hasta que un día le mandamos sus cosas a casa del naviero.

Entonces, mientras Giacomo, hastiado, sobrevuela con su imaginación los primeros paseos de la mano que hará con Maite, su padre piensa en el dolor de la separación que él sufre cada verano antes de volver a Bermeo, de tantos veranos desde hace tantos años. Piensa si vale la pena ir y venir cada año y entregarse a un placer que se vuelve dolor cuando caduca en septiembre. Piensa que este año también ella estará en Porticello, más madura, con los niños más crecidos, con el pecho más caído. Piensa si el problema son las mujeres de aquí o de allí, o si simplemente son las mujeres.

Olvida a Maite, mio figlio, busca mejor este verano una Giulia o una Isabella, tu sitio está allí…

Presto!, ¿no tienes pronta aún la maleta?

Porticello

Porticello (www.untzimuseoa.eus)

-Ya, aita, pero es que yo no quiero ir otro verano. ¿Por qué tengo que ir? Yo quiero quedarme, yo soy de aquí.

-Aquí, aquí, ma che cosa es “aquí”? Aquí es dónde estoy en cada momento. Nuestro aquí es otro. A nosotros nos gusta la pasta al dente, la grappa y la tarantella. Nuestra famiglia está allí, nuestros amigos, … allí sí somos nosotros. Il sole tiene otra fuerza y la comida tiene nuestro sapore. En Porticello somos de casa, podemos cantamos nuestras canzoni a voz en grito por las noches en la piazza¸todos pensamos lo mismo del porco governo, tutti somos tifosi de Valentino e no nos metemos en peleas por il colore della bandera.

Tú eres de donde es tu padre y de donde era el nonno, y el padre de tu nonno. Non hay un’altra vita. Non è possibile cambiare el destino ni pelear contra él. Lo que hay es lo que io veo, es lo que ves.

Giacomo rastrea su mente buscando defender sus emociones; mientras, su padre piensa, conmovido en su interior, en lo largos que son los días con los primos, con los amigos, con las canciones, en lo lento que pasa el tiempo hasta que llega la noche y todos duermen y él, aun furtivo a su edad, cruza calles silenciosas hasta llegar a su cita en el  puerto, en la arena de la playa, en cualquier sitio que, libre de los ojos y de los juicios ajenos, le permiten volver a ser en sus brazos el joven feliz que no supo ser.

 Por eso, Giacomo, por eso estas vacaciones iremos también a Porticello.

(Giacomo se da la vuelta y se encierra en su cuarto. Giacomo coge las camisetas que llevará en vacaciones y también su mp3. Giacomo tiene aún por delante un largo camino hasta saber que una cosa es la vida que se cuenta y otra la que se vive)

5 comentarios en “Por eso, Giacomo

  1. Anónimo

    Precisamente porque una cosa es la vida que se cuenta y otra la que se vive, disfrutamos tanto cuando contamos esa vida que no es la nuestra pero quizás nos gustaría vivir. Pero como tantas otras veces, los humanos somos seres cobardes que no se merecen el disfrute por no estar dispuestos a arriesgar.
    ¡Mientras tanto en esta vida, sigamos hablando con fanfarronería de esas cosas, que en el fondo no nos atrevemos a hacer!

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  2. Anónimo

    No es lo mismo no poder contarlo que no poder recordarlo. En el segundo caso, das el paso pero no te sirve de nada porque seguirás con la incertidumbre de si deberías arriesgar o no, ya que no recuerdas que lo hiciste.

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  3. ne

    ¿soñar la vida que uno quiere vivir, mientras vive como puede y no como quiere?, ¿es eso lo que se quiere de decir «una cosa es la vida que se vive y otra la que se cuenta»?
    Tengo la sensación de que la explicación va más allá pero no alcanzo a comprender…por lo demás un brillante «Maestro Giuseppe»

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